lunes, 23 de febrero de 2009

Vivi un Enero agitado, intenso y mágico

Con Horacio González hablamos en Cosquin de la realidad de hoy pero también de su amigo entrañable, Roberto Carri y de su obsesión por Isidro Velázquez.
Con el director del canal Encuentro, la charla tuvo otro tenor. Cosquin es Cosquin.

Cada noche, entrábamos a la plaza Próspero Molina con mi amigo, Eduardo Villanueva -secretario de finanzas del municipio coscoino- y el inefable Ramón Ayala.


Al llegar de Brasil donde mi estado de ánimo me preanunciaba que iba a tener un verano distinto, sufrí un mareo que me transportó a otra latitud con su consecuente dolor corporal. Se me torcieron los dedos, se me hincharon las manos, tuve reiteradas manifestaciones de gastroenteritis, crisis hipertensivas, etcéteras, etcéteras. Llegó el 14 de enero, y se reeditó "Sábato en la morada cordobesa" que data su primera impresión en 1989. Tres mil ejemplares que volaron y el agasajo a Doña Jovita, del actor y amigo José Luis Serrano donde la emoción sacudió el Concejo de Representantes de Villa Carlos Paz.
Luego, llegó Ramón "El Mensú" Ayala, poeta, compositor, músico, artista plástico, prócer de la música y del cancionero popular argentino. El 30 de enero, dio cátedra de belleza artística en Villa Carlos Paz. Subió al escenario con Doña Jovita en el teatro Bar y fue reconocido por los concejales carlospacenses por su baile gualambao. Más tarde, el 1º de febrero, subió por primera vez al escenario Atahualpa Yupanqui en la plaza Próspero Molina en la 49º edicion del Festival Nacional de Folclore.
Durante las diez lunas, El Diario del Festival nos atrapó y el éxito cundió en la plaza y tras ello, el reconocimiento a la actriz carlospacense Mercedes Carreras. Luego, el Festival de las Aguas Grandes en Puerto Iguazú, y ahora me apresto con lo poco que me queda de salud y físico a viajar a Chaco para participar de la feria del libro Regional. Estaré el viernes 27 con Crímenes en Sangre, que va andando libre como un libro de la vida, como un libro sin autor como si lo hubiera escrito el viento.

No hay comentarios: