Mi amigo, el escritor y periodista, mitad paraguayo y mitad chaqueño, o tal vez, todo ello junto, Vidal Mario no quiere ser blogger, y prefiere aferrarse a la libreta de almacén. ¿Será un acierto?
Y si no lo es, por lo menos intenta resistir. Y eso es bueno.
Vidal tiene una especial habilidad en tocar mi memoria dormida sobre mi cuna quitilipense. Recuerdo al almacenero Héctor Gulioni,-Guli- que tenía su despensa en la esquina de mi casa en Quitilipi, en aquel Chaco de mi infancia.
En la esquina de las calles Tucumán y Santa Fe, estaba la despensa que era la meca de las provisiones, y donde le fiaban los esqueletos de vino tinto de un litro a mi padre. Venían diez botellas, podían ser Tunquelén, Facundo o Talacasto y yo iba con la libretita que sumaba para que, cuando mi viejo cobraba su sueldo en el Banco Nación, cancelara la deuda y se abría una nueva cuenta en la misma libretita.
Y así todos los meses de todos los años.
¿Será un acierto abrazarse a ese recuerdo, o habrá que ser blogger en los tiempos qu corren?
1 comentario:
PARA SU MERCED. VIDAL MARIO
Si de preguntas exitensiales se trata, me pregunto porque mis Atahuanes me mandaron a nacer antes de tiempo. Viendo la gentil y agraciada presencia de mi ardcaya Vidal Mario, puedo llegar a comprender el ventarron de suspiros que de tanto en tanto producen remolinos surtidos por Resistencia. Hay quienes si lo tienen todo. Talento y belleza. para la proxima vida nacere depues, entre melodias de primavera y espero que tu, nahuan Vidal Mario, estes acorde a mi edad.Y NO VUELVA A SER YO UNA MANCARRONA VIEJA Y CHUNCANA COMO LO SOY AHORA.
Caballero donoso si los hay . ese es mi amigo.Vidal Mario. Mi reverencia y respeto a vuestra gentil y exquisita estampa. una india Retobada de la sierras de Cordoba
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